Scrubs
Descripción de la publicación.
SERIES DE LOS 2000SERIES
5/27/20253 min read


Que levante la mano quien de los presentes ha visto Scrubs.
No las veo, pero intuyo que no son tantas como me gustaría.
Scrubs es una de esas series que se perdió en la sombra siempre eterna de Friends en la época en la que Buffy todavía daba patadas y House seguía abusando de la vicodina. Scrubs era una serie para soñadores, amantes del humor absurdo pero no torrentil y sobretodo, fans de las tragicomedias, porque cuando sucede un drama (pequeño o grande) en mitad de algo divertido, es doblemente drama.
Scrubs fue una comedia que se emitió entre 2001 y 2010 y es sin lugar a dudas una de mis series favoritos in the world. Un happy place, una serie cozy a la que recurrir una y otra vez en un mal día (o una mala época) y aunque como todas las comedias tiene una coherencia entre episodios, puedes verte capítulos sueltos y te seguirá haciendo gracia igual.
Primero os cuento de qué va y luego sigo.
Scrubs cuenta las aventuras y desventuras de dos médicos novatos (JD Y Elliot Reed) y el mejor amigo de JD, un cirujano también novato. Los tres inician juntos sus andanzas como médicos que se dan cuenta de que no tienen ni idea de prácticamente nada y de que la facultad no les preparó demasiado para la vida real. A pesar de ser una comedia, he oído infinidad de veces decir que es la serie de médicos más realista que existe, porque la vida de un médico (sobre todo cuando está empezando) es así. Con errores, con nervios, con el típico juego de doctor bueno/ doctor malo, pero también con mucha ilusión.
Pero scrubs es mucho más que su sinopsis. Scrubs es una serie de personajes, de sentimientos universales, de pequeños detalles convertidos en episodios. De guiones hechos por adultos con mentalidad de niños, pero nunca infantiles. Gente que, al igual que su protagonista, JD, sigue sabiendo encontrar el niño interior que todos llevamos dentro y que a veces, por “presiones” sociales no dejamos que salga mucho a la luz, no vaya a ser que los demás piensen que somos extraños.
Y precisamente eso, las peculiaridades de JD (Zach Braff) son lo que convierten a Scrubs en una de las series más auténticas que vas a ver. Yo de la vida de un médico no sé nada, pero de ser peculiar sé bastante y quizá por eso Scrubs es una de mis series favoritas. Por qué llegó para darme un mensaje (os traigo la paz como diría la aparición del Señor Burns en Los Simpson) un mensaje que decía “sigue siendo extraña y buena persona porque al final eso es lo que cuenta”
Lo que hace diferente a Scrubs, a parte de todo lo que he comentado, son sus ensoñaciones, siempre a cargo de JD, al que vemos fantaseando todo el rato con situaciones de lo más bizarras y dando vida de manera onírica a esas tonterías que a todos se nos ocurren y que sólo tienen lugar para el desarrollo en nuestras cabezas. JD es ante todo, un soñador. Una especie de Ally Mcbeal moderno sin el Dancing Baby de por medio (dios, os acordáis del Dancing Baby?) es al fin y al cabo, el reflejo de cualquier joven…
Como decía al principio de este artículo, Scrubs es una dramamedia, que no es lo mismo que una tragicomedia (en realidad si, pero este término es demasiado teatral y no me gusta emplearlo para las series) una serie de esas que calan y se quedan contigo.