Lo Que Hacemos En Las Sombras

Si tuviese que elegir la serie “reciente” que más me ha gustado, me quedaría con lo que hacemos en las sombras y severace y lo digo sin siquiera tener que pensarlo. Me cuesta mucho encontrar una comedia que me guste. A menudo son cliché tras cliché o acaba siendo una tragicomedia (como le ocurre a HIMYM) y yo he venido aquí a reirme señores, no a llorar amargamente.

Si me sigues un poco sabrás que mi comedia favorita no es ni Friends ni The Office, si no Scrubs y en segundo lugar, Parks and Recreations. No es que las otras dos no me gusten, VÁLGAME EL SIELO, simplemente que quizá he vivido una sobreexposición a ellas (estan literalmente en todas partes) y mi cerebro procesa mejor algo que aún siendo absolutamente masivo, es menos masivo que lo masivo masivo.

Y aquí es donde entra Lo Que Hacemos en las Sombras.

Una serie tan curiosa que solo podía ser de Taika Waititi, el hombre que encarnó a un Hitler bastante pomposo en Jojo Rabbit (peliculón del que hablaré en cuanto pueda) o se puso tras la cámara de Thor 3.

Lo que hacemos en las sombras es como un modern family pero versión vampírica. Si, la mezcla es bastante explosiva y por ello muy resultona. Cuenta con cuatro protagonistas:

Laslo, Nadja, Nandor, Colin Robinson y Guillermo.

El humor de la serie es irreverente y por momentos casi torrentil, como cuando ves a uno de tus mejores amigos hacer el ridiculo mas grande pero te ries porque le quieres pero por dentro piensas “pobres almas en desgracia”

La estetica cutre de la serie la vuelve todavía mejor porque parece hecha por amigos un día de borrachera, aunque ellos están muy bien caracterizados, mejor de hecho que fenómenos globales como fue Crepúsculo salvando todas las diferencias. Todas. No puedo enfatizar esto lo suficiente, TODAS. No es más que una comparativa de “best costume department”

A los personajes se le coge cariño pronto, cada uno tiene lo suyo. Yo en concreto, cual fan de un grupo de K-pop, cada semana me posiciono más a favor de uno u de otro, aunque he de admitir que siento debilidad por Nando y su pelito a lo Sandro Rey.