Gladiator

Cuando era pequeña estaba profundamente enamorada de Russel Crowe. Enamorada nivel mandarle una carta a australia, a una direccion que sabe dios donde habia encontrado, y que se suponia era su fanmail. Me leo y parece que hablo del paleolitico, algo similar a cuando mis padres dicen que iban al cine por “dos reales”

Evidentemente, mi obsesión con Russ (como yo le llamaba en total confianza) comenzó con esta pelicula. Maximo Decimo Meridio (un nombre dpm si me preguntáis) era la representación de un HOMBRE con mayúsculas, fuerte, aguerrido y dulce. Padre ideal, marido ejemplar y gladiador de primera. Russ por aquella rondaba los 36 años, que es más o menos la edad que tengo yo ahora y miradle, él ganándose el corazon del imperio romano mientras luchaba contra los leones y yo aquí, escribiendo en esta pagina que no visita ni el tato.

Gladiator era la historia de un gladiador al que cómodo le mata a la familia y se pone a buscar venganza. Lo venden como esclavo (como no) y pronto destaca por ser el mejor esclavo del mundo (como no) y acaba en la arena peleándose con los leones y los tigres mientras la reina madre (y madre de comodo) le mira desde el palco con ojitos golosos.